Una apasionante historia

Novela Policial de Néstor O Salgado

Enamorada del hombre que salvo a su propio hijo…

Dos suaves golpes a la puerta de la mansión interrumpieron la lectura del libro que Andrés estaba leyendo, se levanto del sillón y camino atender el llamado, según relata una de las cocineras de la casa.  
 – Esta persona cuyo nombre era Griselda, no vio si el joven se fue con quien llamo a la puerta o que sucedió porque ella estaba ocupada en sus quehaceres; un rato después noto la puerta de calle abierta porque la luz que se filtraba desde el exterior se reflejaba en un espejo-
Fue hasta la puerta llamo a su patrón y preocupada se comunico telefónicamente  con la madre de Andrés, quien minutos más tardes intentaba comunicarse al Celular del muchacho, sin obtener una respuesta.
Llamo a la oficina de la empresa y luego al no lograr ubicarlo, se comunico con el veterano investigador Privado Walter Zaldívar Bunge , con quien de común acuerdo luego de un tiempo prudencial y de hacer algunas diligencias sin resultado positivo, informaron a la Policía; Walter era un Oficial retirado de la Fuerza Pública y muchos de los casos para los cuales era contratado trabajaban en conjunto; dentro del marcho de la investigación, él aportaba pruebas, evidencias y testimonios; solían decir algunos Agentes que el investigador -era un zorro viejo, tenia aún buen olfato, se hacia el tonto cuando le convenía, pero siempre resolvía los casos y muchas veces antes que los Oficiales destinados por la Jefatura.- 
Días después se encontró el ejemplar del libro que estaba leyendo en ese momento Andrés en el jardín con dos orificios de balas semienterrado en un cantero de flores, los investigadores ahora tenían más elementos para la causa caratulada.
-Secuestro extorsivo y robo agravado por daños-
Ayer la madre había recibido una llamada telefónica satelital en donde le comunicaban, que tenían al joven y que si deseaba volver a verlo con vida tendría que entregarles 300.000 Dólares; que no pusiera sobre-aviso a los investigadores o le pesaría muy caro, que ellos sabían el horario del colegio de sus nietos y cortaron; Angélica era una madre relativamente joven y fuerte, pero Walter tuvo que contenerla emocionalmente porque estaba francamente desesperada ¡¡¡Que hago ahora!!! Repetía… Si ustedes no dejan de investigar los mataran; Walter había escuchado el dialogo porque la línea fue captada de inmediato por la central de operaciones, que disponía de la tecnología adecuada ante estos casos.
-Tranquila expreso - pero en su fuero intimo intuía que estaba ante un caso muy difícil y ejecutado por gente sin escrúpulos, capaces de cualquier cosa; abría que actuar rápidamente pero con la mayor reserva posible, seria cuestión de mostrar ante los posibles espías, que habían abandonado el caso por pedido de Angélica  y trabajar con mucha cautela, estableciendo además hombres que camuflados como obreros de distintas empresas efectuaran una custodia efectiva a los integrantes de la familia en lugares claves.
La noche era muy fría, el invierno tendía su manto blanco en el jardín, cuando el investigador se despidió y se retiro caminando rumbo a su domicilio; encendió un cigarrillo mientras meditaba sobre el caso; el día siguiente seria un muy duro, habría mucho por hacer; necesitaba comenzar la semana con una buena noticia y esa novedad podría provenir del laboratorio en donde habían llevado el libro y algunos rastros de huellas recuperados en el escenario de los hechos.
Tuvo la intuición que alguien lo seguía, continuo caminando y al llegar a la esquina doblo y se detuvo a esperar, en segundos una joven y bella mujer vestida de blanco estaba frente al investigador; al verlo se sorprendió y rápidamente extrajo una pistola y disparo, una de las balas alcanzo al ex policía en un brazo y una segunda perforo su chaleco rozando uno de sus hombros y escapo corriendo.
Walter era un hombre fuerte, en su carrera había sido varias veces herido de bala; tomo el celular con su mano izquierda y llamo a emergencia medicas; antes que llegaran los Para-Médicos tomo las capsulas servidas con suma precaución para no contaminar las pruebas y espero la llegada de la Ambulancia y los Agentes Policiales; la noche parecía un poco más negra, una vez más se había descuidado; quizás era hora de retirarse medito en silencio mientras lo subían a la camilla y partían rumbo al Hospital.
Al día siguiente muy temprano recibió la visita del Comisario Jorge  Santoro que le anunciaba la decisión tomada por  Angélica; esa misma tarde pagaría el rescate y les pedía por favor a los Agentes que se mantuvieran alejados del lugar que le indicarían los captores, o correría peligro la vida de su hijo.
-Un momento dijo Walter, interrumpiendo las palabras del comisario; deme una oportunidad para resolver el caso, tengo una firme certeza sobre uno de los integrantes del grupo de secuestradores; consíganme el Alta ahora mismo y vamos hasta la seccional, envíe un agente femenina disfrazada de chófer y que traiga inmediatamente a la cocinera a prestar una vez más declaración, traten que sea un sutil engaño y que piense que la patrona le dio el día franco y le pago un viaje hasta su domicilio en Castiglione.
Santoro se escogió de hombros, poco ganaba con negarle esta oportunidad al Detective y si daba resultado lo que intuía podrían  resolver el caso; su carrera profesional podría recibir un fuerte impulso si salía todo bien-
Salió de la habitación, mantuvo un breve dialogo con el Director del Hospital y en pocos minutos estaban ambos policías en camino a la seccional; la hora estipulada para el pago del rescate se aproximaba.
En la Comisaría ya se encontraba los Agentes y Griselda; la cocinera se notaba muy tranquila y eso preocupo a Jorge Santoro que pensó, creo que Walter se esta equivocando, si esta mujer estuviera involucrada estaría nerviosa, salvo que sea una profesional y disimula muy bien su estado.
-Amigo mío expreso Walter vamos con Griselda hasta el café de la otra cuadra, allí se va sentir más cómoda y voy a poder hacerle algunas preguntas, llévate el Mp4 y graba la conversación, invita a dos o tres  testigos que se sienten como clientes en una mesa al lado de la nuestra y que presten atención al dialogo y los gestos –Espera amigo mío, pides demasiado, piensas que puedo conseguir en un abrir y cerrar de ojos los testigos-
-Se que tienes gente dispuesta ha ser útil en estos casos, vamos no hay tiempo que perder-
Invitaron gentilmente a Griselda y se marcharon hasta la Cafetería.
Walter comenzó un sutil interrogatorio, mientras un fiscal y algunos testigos se mezclaban entre los clientes del comercio.
-Griselda, argumento el detective, solo quiero hacerle una pregunta relacionada con su declaración ante el fiscal; usted manifestó que vio la puerta abierta por la luz reflejada en un espejo instalado cerca de la puerta de la cocina donde usted trabajaba; si usted veía la puerta del frente desde allí; puede decirme con sinceridad que no observó cuando Andrés abrió la puerta y recibió a la persona que llamaba-
-No la vi porque estaba cocinando expreso, ya lo dije en la causa-
-Es verdad- - lo que usted no le comento al fiscal, es que la misma arma que secuestro al joven y ante el forcejeo que tuvo con uno de sus cómplices

pareja en campo
la pareja 

se disparo dos veces y que por casualidad, o mucha suerte dieron de pleno en el libro que llevaba en sus manos Andrés y que luego debieron desvanecer de un golpe de culata para poder llevarlo, mientras usted retornaba al domicilio para efectuar las llamadas luego de enterrar el libro en el jardín borrando las huellas con una bolsa de arpillera que oculto en el taller de la mansión; luego al ser contratado yo por su patrona, tuvieron la brillante idea de sacarme de la causa, con el mismo arma-
-¡¡¡Usted delira!!! Advirtió Griselda, casi en un estallido de llanto; se había quebrado, o era verdad y todo era cuestión de una fértil imaginación del investigador; que pruebas tenía para acusar…
El celular de Walter llamaba insistentemente; lo tomo casi con temor, al mirar el número del cual lo llamaban; temió lo peor y no se equivoco; el rescate se había pagado, bajo la promesa de una pronta liberación de Andrés.
Miro su entorno, allí estaba el comisario, Griselda, el fiscal, los testigos y decidió jugar a fondo –Bueno estimada Griselda, hemos encontrado su arma, queda usted detenida por secuestro extorsivo, he intento de asesinato- Griselda se puso de pie en un ágil salto que sorprendió al comisario y saco su arma, pero su maniobra fue esta vez demasiado lenta y los reflejos del veterano detective fueron esta vez más rápidos. Tomo la mano de la muchacha y realizando una maniobra refleja la desarmo-
Pocos minutos después Andrés era liberado y todos los cómplices de Griselda eran capturados; su confesión aligero sus cargos ante la fiscalía, pero era evidente que varios años de su vida estarían destinados ha una cárcel de alta seguridad.
Si bien el dinero era recuperado y los medios de prensa calificaron el caso resulto como muy importante, destacándose y ascendiéndose al personal Policial.
Walter Zaldívar Bunge, se sintió cansado y entendió que era hora de retirase, el próximo tiro podría costarle la vida; sus reflejos ya no eran los que tenia hace mucho tiempo, compraría un libro y se iría hasta una playa del mediterráneo; al fin y al cabo aceptaría la invitación de Angélica, quizás era hora de gastar una buena parte del capital de la millonaria, Andrés seguramente se pondría feliz al saber que su madre, viuda desde hacia varios años se había enamorado del hombre que salvó a su propio hijo… 

Registrada con Derechos de Autor

 

 

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